Grupo de Investigación Clínica y en Factores de Riesgo para Enfermedades Neurodegenerativas

Para poder clasificar y estratificar mejor a los pacientes y a las personas con riesgo de desarrollar Alzheimer es necesaria una medicina personalizada, en la cual el diagnóstico, el tratamiento y la prevención sean hechos a medida según las características de cada individuo. El objetivo de esta línea de investigación es evaluar si la divulgación de los perfiles de riesgo individuales para la enfermedad de Alzheimer es segura desde el punto de vista emocional y psicológico, y si se derivan beneficios de los planes personalizados que reciben estas personas.

Esta línea evalúa el impacto de los trastornos del sueño sobre el rendimiento cognitivo y la morfología cerebral en individuos cognitivamente sanos y con deterioro cognitivo leve, así como su asociación con biomarcadores de la enfermedad de Alzheimer.

El objetivo de esta línea es identificar los factores psicológicos, clínicos y biológicos que afectan a la percepción subjetiva de la memoria y otras capacidades cognitivas en el envejecimiento, y su asociación con un mayor riesgo de demencia vinculada al Alzheimer.

El concepto de deterioro cognitivo leve (DCL) se desarrolló hace más de dos décadas para definir la etapa de transición entre la cognición sana y la demencia, y actualmente está plenamente reconocido como un factor de riesgo de deterioro cognitivo. Sin embargo, los últimos criterios clínicos y de investigación reconocen un estado previo, pre-DCL, en personas con evidencia de patología de enfermedad de Alzheimer, que se define como deterioro cognitivo transicional. Dentro de esta línea de investigación, el grupo busca definir operativamente el deterioro cognitivo sutil objetivo utilizando métodos más sensibles y el cambio cognitivo intraindividual para captar dicho deterioro pre-DCL.

El objetivo de esta línea de investigación es evaluar si los factores de riesgo vascular, como la hipertensión o la obesidad, están asociados a un mayor riesgo de enfermedad de Alzheimer y sus mecanismos subyacentes.

La calidad de la grasa alimentaria que ingerimos es un determinante importante para la salud y el desarrollo de enfermedades. Esta línea se focaliza en estudiar si la ingesta dietética del omega-3 DHA o de sus alimentos de origen en las fases preclínicas del Alzheimer podría ayudar a retrasar la aparición del deterioro cognitivo.

El objetivo de esta línea es diseñar y establecer intervenciones multimodales y evaluar su capacidad para detener o retrasar el deterioro cognitivo. Un ejemplo de ello es el estudio PENSA, centrado en investigar si una intervención basada en el seguimiento de un estilo de vida saludable, complementado con un compuesto natural de té verde denominado EGCG, previene o retrasa el deterioro cognitivo en una población de portadores de APOE-ε4 sin deterioro cognitivo y con deterioro cognitivo subjetivo.