El Barcelonaβeta Brain Research Center, el centro de investigación de la Fundación Pasqual Maragall, ha impulsado un estudio para controlar los factores de riesgo modificables de la enfermedad de Alzheimer, con la colaboración, entre otros, del Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya y de la Agència de Qualitat i Avaluació Sanitàries de Catalunya.
El objetivo del programa, llamado AlfaLife, es promover hábitos de vida saludables basados en cuatro pilares que la comunidad científica vincula a algunos de los riesgos de desarrollar Alzheimer: la nutrición, el ejercicio físico, la actividad cognitiva y la actividad social.
El estudio cuenta con 400 voluntarios, que han recibido unas pautas personalizadas en función de sus características y serán controlados durante todo un año. “Con la entrega y seguimiento de las pautas para promover hábitos de vida más saludables pretendemos que los participantes instauren estas acciones en su día a día, para mejorar sus indicadores de salud cardiovascular y disminuir el riesgo de sufrir demencia”, explica la Dra. Nina Gramunt, neuropsicóloga de la Fundación Pasqual Maragall e investigadora principal del estudio.
Aunque aún se desconoce la causa del Alzheimer, la comunidad científica cree que cada vez hay más evidencias de que, más allá de los factores de riesgo no modificables, hay algunos modificables que están asociados a la enfermedad. Los modificables están relacionados con el riesgo cardiovascular, como la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia, la diabetes, el tabaquismo y el sobrepeso; y con el estilo de vida, con factores como la dieta, el ejercicio físico y la actividad cognitiva y social. En este sentido, hay estudios que apuntan que si se reducen estos factores de riesgo, se podría prevenir hasta la mitad de los casos.
Por otro lado, entre los factores no modificables destacan la edad avanzada, que es la principal circunstancia, y la genética, que aunque en muy pocos casos es la única causa atribuible, juega un papel importante cuando interactúa con otros factores.
Los 400 voluntarios tienen mayoritariamente entre 45 y 75 años y son personas cognitivamente sanas, que forman parte de la cohorte del Estudio Alfa, que se inició en 2012 con la colaboración de la Obra Social ”la Caixa”.
Así, durante la primera visita los investigadores actualizan los datos sociodemográficos y de historia clínica de los participantes para hacer un cribado cognitivo y anímico, y los voluntarios responden un cuestionario de hábitos de vida asociados a factores de riesgo (tabaquismo, dieta, ejercicio y actividad cognitiva y social). Además, también les registran las medidas antropométricas (peso, altura y diámetro de cintura), las constantes vitales (presión arterial y frecuencia cardíaca), y determinaciones bioquímicas como el colesterol y la glucosa.
Cada dos meses, los participantes reciben unos boletines con una serie de consejos, recursos e ideas que hacen referencia a hábitos de vida saludables, enfocados a la dieta, al ejercicio y a la actividad cognitiva y social en la vida cuotidiana. Además, los voluntarios deberán rellenar cada trimestre unos cuestionarios de hábitos de vida que serán analizados al final del estudio.
El programa dura 1 año y acabará con una visita post-intervención en la cual los participantes harán las mismas pruebas y deberán comentar las posibles incidencias clínicas relevantes sucedidas a lo largo del año.