El Barcelonaβeta Brain Research Center (BBRC) ha iniciado las visitas del estudio Alfa Sleep, que profundizará en la relación entre el insomnio y el Alzheimer. El estudio contempla visitar a 200 participantes, tiene una duración prevista de 3 años, y cuenta con la financiación de dos proyectos competitivos del Alzheimer's Association Research Fellowship Program y el Instituto de Salud Carlos III.
“Alfa Sleep supone un salto cualitativo en la investigación, ya que utilizamos equipos de última generación para monitorizar la calidad y la cantidad del sueño”, explica el Dr. Oriol Grau, investigador principal del estudio en el BBRC. En concreto, en el proyecto se realizan polisomnografías, se utilizan actígrafos, y se analizan los niveles del neuropéptido orexina, que juega un papel clave en la regulación del sueño y podría estar implicado en la enfermedad de Alzheimer.
Estas técnicas, junto con otras pruebas que ya están a disposición de los participantes en el estudio Alfa +, impulsado por la Fundación 'la Caixa', permiten disponer de datos muy precisos y fiables para estudiar la asociación entre diferentes parámetros del sueño y cambios bioquímicos y en la estructura y funcionalidad cerebral.
La hipótesis del estudio es que una menor calidad del sueño se asocia a una mayor acumulación patológica de proteínas estrechamente vinculadas a la enfermedad de Alzheimer (las proteínas tau y beta amiloide), y a cambios en la estructura y la función cerebral.
La relación entre el insomnio y la cognición está ampliamente estudiada, y es muy conocido, por ejemplo, que después de una noche sin dormir, al día siguiente es más complicado realizar tareas cognitivas como escribir o hacer un examen. También hay estudios que muestran que los trastornos del sueño aumentan el riesgo de desarrollar problemas cognitivos a largo plazo. No obstante, no se conocen bien los mecanismos que hay tras esta asociación.
En el caso de la enfermedad de Alzheimer todo apunta a la existencia de un círculo vicioso: por un lado, dormir poco y mal favorece la acumulación de las proteínas beta-amiloide y tau; y por el otro, el Alzheimer afecta desde estados muy iniciales a regiones del cerebro implicadas en la regulación del sueño, favoreciendo la aparición del insomnio.
Como concluye el Dr. Grau, "si comprendemos los mecanismos que tiene la relación entre el Alzheimer y el insomnio podremos contribuir a diseñar ensayos clínicos u otros tipos de intervenciones centradas en la mejora de la calidad del sueño para tratar de prevenir la enfermedad".
A principios de 2020, los investigadores del BBRC publicaron un estudio que revelaba que las personas con problemas del sueño presentan diferencias en el rendimiento cognitivo y la estructura cerebral, especialmente en la sustancia blanca y algunas regiones que se ven afectadas en etapas tempranas de la enfermedad de Alzheimer.